miércoles, 26 de febrero de 2014

Sueño

Ahora, encogido el corazón, seca la boca,
por dejar atrás el dolor y la tragedia,
pienso en ti, te encuentro en el espejo.
Por un instante, entreveo tu rostro fugitivo
seguramente estoy dormido, y tú, desnuda,
te muestras un instante y te me escondes,
coqueta, entre ausencias, pasiones y reflejos.
Tras abismos insondables, ahora,
preso el corazón, la voz remota,
busco tus pechos, tus ojos y tu boca.
Aparece en un vocablo,
cogido al vuelo, en un susurro,
tu voz, tu acento isleño,
y no es verdad, no es más que un sueño.