Tengo una noche muy larga.
El corazón no resuelto.
Y tus ojos bailan a mi alrededor
como oscilantes candelas.
Me revuelvo entre dudas.
Ni tiempo, ni ganas tengo
de mirarme por el forro.
Me conozco, a mí pesar.
Y te sueño y te presiento.
Un no vivir. Difícil hasta el final.
No hay sabio que te entienda mujer.
Imposible comprenderte, pero quererte...
¡Ay, quererte!
Me apropio de este.
ResponderEliminarA todos nos gusta que nos quieran.
Besos.
pues yo lo que no entiendo es lo del forro jaja como no sea el forro de los cojo... explicame la metafora tio. Me alegro de difundas nuevos poemas por aki y sí, es verdad, a las mujeres no hay dios que las entienda
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